La mayoría de nosotros tenemos claro que en el colegio, como en la vida real, son necesarias unas normas. El hecho de que exista una normativa y se haga cumplir beneficiará a toda la comunidad educativa. Tanto los maestros como los alumnos se sentirán más seguros y, aunque no lo parezca a primera vista, también más libres. Los niños/as necesitan tener unos límites claros para sentir que están un una zona segura, los maestros sabrán qué y como actuar y, además, se ayudará a crear identidad de centro.
Ahora bien, ¿Cómo hay que redactar estás normas? aquí os dejo unos consejos:
- Redactaremos las normas haciendo partícipes a los alumnos/as.
- Buscaremos la fórmula para que sean en positivo.
- Usaremos la primera persona del plural.
- Utilizaremos frases sencillas y cortas.
- Emplearemos un máximo de 10 normas.
- Firmaremos todos/as a modo de conformidad y compromiso.
- Colgaremos en un sitio visible estas normas.
- Usaremos imágenes atractivas para los destinatarios.
- Concretaremos qué tipo de repercusión tiene si no se respectan.
Una vez tenemos redactadas nuestras normas velaremos por su cumplimiento predicando con el ejemplo. Eso si, sabiendo ser flexibles entendiendo y conociendo cada alumno/a.
No cumplir la norma de hacer normas, la norma ya no es norma.
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