viernes, 11 de julio de 2014

Las pupilas nos hablan


Las pupilas de una persona nos dan mucha información de cómo se siente en ese momento. Por lo que podemos identificar si lo está sintiendo o viendo le agrada o no.

Evidentemente nos aseguramos que la persona a quién leemos sus pupilas tenga unas pupilas funcionalmente normales y que no hayan otros factores que nos puedan llevar a confusión como la dilatación por falta de luz, o por la ingesta de algunos medicamentos, drogas o alcohol.

Teniendo en cuenta lo dicho, si nuestro interlocutor tiene las pupilas dilatas podemos estar bien seguro que lo que está escuchando, sintiendo o viendo le gusta. Lo contrario pasa si las tiene contraídas.

A partir de lo que nos muestran las pupilas del otro y cómo las leemos, podemos decidir si seguimos o cambiamos algo en la forma de comunicarnos.


Una curiosidad interesante y que nos puede ser útil es que está demostrado que las gafas de sol puestas encima de la cabeza transmiten una información similar a las pupilas dilatas. Podríamos decir que las lentes son una prolongación de las pupilas.


"Me quité las gafas de sol para dejarle claro que estaba enamorado"

lunes, 7 de julio de 2014

Compréndeme: piensa en mi mapa más que en el territorio

Está claro que de realidad sólo hay una, ¿seguro? Aún en las cosas que parecen más objetivas tienen un grado de interpretación según la persona que lo ve, siente o vive.

¿De qué depende que un mismo hecho o cosa (territorio) sea vista de o una manera u otra (mapa)? De los filtros de cada uno: su personalidad, sus creencias y sus experiencias.


Así para entender cómo ve o vive una realidad una persona debemos conocer al máximo sus filtros.


Tener este conocimiento nos ayudará a resolver mejor los conflictos y llegar a acuerdos de forma asertiva con mayor probabilidad de éxito.

Cuando dos personas tienen mapas muy diferentes es difícil que se entiendan y para ello deben ceder, abrir  y acercar mapas hasta encontrar puntos en común para empezar a trabajar en sintonía. Siempre sin renunciar a nuestros valores y creencias.


“Vivo en dos mundos: en el falso y en el mío” 

sábado, 5 de julio de 2014

Desvitimízame para evitar el maltrato y la exclusión futura

El maltrato entre las personas, ya sea físico y/o psíquico está a la orden del día y parece que la sociedad, por fin, está concienciada de la gravedad de ello y sabemos que debemos actuar.

La mayoría de veces que hay una persona maltratada, ya sea un menor en el colegio, una mujer por su marido, una madre por su hijo o cualquier por cualquiera solemos trabajar o castigar al agresor/a. Y desde hace relativamente poco las personas que conocemos y vivimos de cerca un maltrato nos sentimos en parte responsables y sabemos que debemos actuar denunciando tal situación. Pero nos olvidamos de un aspecto imprescindible para que la persona maltratada tenga menos posibilidades de volverlo a ser: tenemos que darle las herramientas y habilidades sociales necesarias para evitar o superar situaciones que no sean las deseables similares a las ya vividas para así desvictimizar a la persona.

Hay demasiados casos en que un niño al que le cuesta relacionarse en la escuela no tenga problemas similares en otros contextos que no sea el estrictamente familiar. Y es por eso que no nos podemos quedar sólo con trabajar con el agresor o compañeros, sino que debemos ir un paso más.

Una vez sabemos que nuestro trabajo se expande a la víctima tenemos que trabajar de forma acertada partiendo de la máxima información que tengamos de ella y de las situaciones que vive. Analizaremos cómo reacciona o actúa en según que momento o cómo es su forma normal de hacerlo y vamos a procurar, sobretodo e inicialmente reforzar su autoestima, ya que es muy probable que sea uno de los aspectos claves.

Cada víctima es un mundo y hay que trabajar de forma individual. Pero algunos aspectos generales o consejos para iniciar la ayuda son:
           
-          Reforzamos su autoestima.
-          Somos positivos.
-          Hacemos escucha activa.
-          Ayudamos a enfrentarse a las situaciones sin huir.
-          Le enseñamos a escuchar y empatizar.
-          Trabajamos su comunicación verbal y corporal
-          Observamos su aspecto e higiene.
-          Proponer juegos, trabajos y/o deportes en equipo.
-          Haremos observación de todo lo que pueda ser de ayuda para trabajarlo:
o       Si saluda y despide
o       Si se preocupa por los otros
o       Si sabe hacer cumplidos.
o       Si sabe decir que no.
o       Si sabe aceptar una negativa
o       Cómo resuelve un problema
o       Cómo conoce a nuevas personas (iguales y mayores)
o       Cómo se presenta
o       Cómo es su contacto físico con los demás
o       En qué momentos sonríe
o       Cuándo mira a los ojos
o       Cómo camina.
o       Como se relaciona en el juego en grupo
o       Cuándo toma iniciativas
o      


Conociendo la víctima, teniendo ganas, sabiendo hacer y paciencia, evitaremos posibles maltratos o exclusiones futuras, aumentando la seguridad física y mental de la persona ayudada.




- Aprendí a mirar enfrente y ya nadie se me enfrentó.



miércoles, 2 de julio de 2014

Cómo distinguir personas visuales, auditivas y kinéstesicas

Según la Programación neurolingüística (PNL) las personas vivimos y percibimos la realidad según unos patrones que nos definirán como personas visuales, auditivas o kinestésicas.

No obstante, evitaremos etiquetar y usaremos la tendencia de cada persona para que haya una comunicación más fluida. Pensad que una persona no es totalmente visual, auditiva o kinestésica sino que tendemos más a una que a otra, y somos capaces de adaptarnos con mayor o menor dificultad.

Algunas características propias de cada una son:

Visuales:

-         La gran mayoría.
-         Su mejor aprendizaje es a través de la vista. Mediante fotos, esquemas…
-         Utilizan verbos relacionados con el sentido de la vista: imaginar, enfocar…
-         Hablan rápido.
-         Cuando hablan por teléfono se desconectan del entorno.
-         Cuando conversan necesitan mirar al otro.
-         Los colores tienen mucha importancia.
-         Deletrean fácilmente las palabras si las han visto escritas previamente.
-         Suelen ser ordenados.

Auditivas:

-         Su mejor aprendizaje es a través de la escucha, tanto escuchando como hablando.
-         Utilizan verbos relacionados con el sentido auditivo: escuchar, oír, contar…
-         Suelen dialogar interna y externamente.
-         Memorizan a partir de secuencias.
-         Suelen ser buenos oradores.
-         Son más lentos al hablar que los visuales.
-         Suelen tener más facilidad para aprender lenguas y música.
-         Tienen la costumbre de tararear.

Kinestésicas:

-         Son la minoría.
-         Su mejor aprendizaje es haciendo, viviendo, sintiendo, tocando, moviéndose…
-         Utilizan verbos kinestésicos: sentir, apreciar, percibir…
-         Se sienten a gusto con el contacto físico, por lo que cuando se comunican se acercan al otro.
-         Hablan más lento que los visuales y auditivos.
-         Les suele molestar los ruidos fuertes y se distraen con facilidad.
-         Gesticulan mucho al hablar.
-         No dan mucha importancia al orden.
-         Tienen muy buena memoria muscular. Ej: Facilidad para escribir a máquina.
-         Suelen caminar al hablar por teléfono.

      Si conocemos la tendencia de cada persona y nos adaptamos a su mismo canal comunicativo tendremos mayor éxito para transmitir ideas y compartir experiencias y sensaciones.Además, nos servirá de gran utilidad en infinidad de situaciones: en una entrevista, en clase, en una conferencia, al ligar, al escoger un regalo… 

-  


    Visual - ¡Una imagen vale más que mil palabras!
    Auditiva - ¿Qué dices? Eso no es cierto.

    







martes, 1 de julio de 2014

Crear feeling verbalmente

Cuando conocemos a alguien enseguida percibimos qué grado de feeling ha habido entre los dos y muchas veces no sabemos el porqué de ello.

Evidentemente un factor importante es si se comparten intereses o si se tienen puntos en común. No obstante hay unos aspectos claves que pasan desapercibidos a simple vista, que si conocemos y dominamos, nos permitirán mejorar el feeling con los demás:

-          - Adecuar el tono de voz. Cada persona tiene un tono de voz diferente. Adaptaremos nuestro tono al mismo nivel que el de la persona que tenemos enfrente.

-         - Ajustar el ritmo/velocidad del habla. Igual que en el tono, las personas tenemos diferentes ritmos a la hora de hablar y es adecuado, que si queremos mejorar el feeling, nos adaptemos a ello. Este punto tiene su nivel de dificultad ya que si nosotros acostumbramos a hablar más pausado nos costará adaptarnos a una persona que hable muy rápido. Es más fácil si la situación es a la inversa. 

-        -  Fijarse en las palabras propias del interlocutor. Los hablantes tenemos un abanico de palabras limitadas y tendemos a utilizar unas más que otras. Nos fijaremos qué palabras usa más la persona con la deseamos crear feeling y de tanto en tanto las añadiremos cuando hablemos.

Podemos mejorar feeling conociendo los intereses de la otra persona, realizando una escucha activa y cuidando la comunicación corporal. En otros artículos entraremos más en detalle.

Crear feeling es imprescindible para mejorar las relaciones con los demás, transmitir mejor las ideas y poder realizar una labor educativa más eficaz.



-          ¿Te puedo invitar a una copa?

-          Sólo si hablas como yo.