La credibilidad es un aspecto básico para toda persona con cargos directivos, y más aún en el ámbito educativo. Por ello debemos procurar cuidarnos en este sentido potenciándolo al máximo a partir de la autoridad de experto. Sabiendo que la autoridad del experto se basa en lo que sabe el propio individuo, por su formación y su buenas prácticas profesionales y que esta autoridad convive con otras fuentes de autoridad como la de posición: por el cargo o nombramiento; la de poder personal: carisma y liderazgo; la de oportunidad: momento, situación y/o compañía; y también, aunque no contemplada formalmente pero presente, de proximidad.
Sabiendo que lo ideal, aunque utópico, sería tener todas las fuentes de autoridad equilibradas, sabemos que podemos trabajar para potenciar alguna de ellas, como la de autoridad de experto.
Fijándonos en cómo podemos mejorar nuestra credibilidad a partir de acciones que dependan de nosotros mismos partiendo de la autoridad como experto podemos destacar:
Contar con las capacidades de cada individuo del equipo
Si nos fijamos en las capacidades de cada profesional que tenemos en nuestro equipo y le damos funciones acordes que le puedan motivar y satisfacer, veremos resultados tanto académicos como de relación y convivencia. Debemos ser capaces de identificar los puntos fuertes de cada uno para aprovecharlos en beneficio de la institución, así pudiendo delegar tareas.
Formación continúa del director
Nosotros como directores de un centro educativo somos conscientes de la importancia de la formación en todos los aspectos. Por ello, y si queremos trasmitir esta idea a nuestro equipo es adecuado que estemos en constante formación para dar respuesta a todo lo que sucede. El equipo percibirá que nos importa saber hacer las tareas de forma profesional y actualizada.
Tener una agenda
Como directores tenemos muchas funciones de diferente índole, para ello debemos tener una agenda y una organización concreta y correcta. Si nosotros estamos organizados podremos organizar a los demás, si no es así transmitiremos descontrol y por lo tanto, poca credibilidad.
Transparencia de la información
Debemos ser transparentes en la información que afecte a los diferentes profesionales de la institución, de tal forma que nadie tenga la percepción de que se esconde o se le oculta algo. La información que transmitimos debemos asegurarnos que llegue a todos y que es comprendida.
Rendir cuentas al grupo
El equipo que coordinamos puede ser que muchas veces no tenga claro en qué ocupamos nuestro tiempo, para ello es bueno que expliquemos qué es lo que hacemos a lo largo de nuestra jornada laboral para ser entendidos. De esta manera serán conscientes de la extensa labor que supone ser director de centro. También será una manera para que ellos estén más predispuestos a rendir cuentas ante nosotros.
-¿En qué ocupas el tiempo?
- En contestar tus preguntas.
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