martes, 11 de agosto de 2015

NO pienses en un perro azul

Cambia de diccionario para cambiar tu vida

En multitud de ocasiones complicadas en que hemos precisado ayuda, fuerza o soporte, hemos tenido la suerte de contar con personas que nos aman y que nos han intentado brindar su comprensión a fin de que mejoremos, pero… ¿por qué después de que nos hablaran, no solamente no nos hemos sentido mejor, sino que nuestro estado de ánimo ha decaído aún más? Puede que la respuesta esté en las palabras que han usado.

Imaginaros que habéis perdido el trabajo y vuestro amigo os dice frases como:
-         No pienses en ello.
-         No era el trabajo de tu vida.
-         El ambiente de trabajo no era el deseado.
-         Con tu jefe te llevabas mal.
-         Trabajabas demasiadas horas.
-         Cobrabas un salario justito.
-         No te deprimas.
-         No llores.
-        

¿Qué ha pasado? Nos han hundido en la miseria, por tres sencillas razones:
- Nos falta decirle lo que tiene que hacer (futuro) de forma positiva.
- Nos centramos en aspectos negativos y del pasado inmediato, fomentando la depresión del momento. 
- Le machacamos con mensajes NO al cerebro. Nuestro cerebro no es capaz de transformar los mensajes NO, por lo que si le decimos a alguien que no piense en un perro azul, difícilmente lo conseguirá, ¿o no es verdad? :P Por lo que eliminamos los NO de nuestro vocabulario.

Seguramente nos hubieran ayudado más frases como:
-         Estas muy preparado para futuros trabajos.
-         Es una oportunidad para mejorar tus condiciones.
-         Te ayudará crecer.
-         Aprenderás a ser más fuerte.
-         Sonríe y enfréntate.
-         Me tienes a tu lado para lo que necesites.
-         Se abre un mundo nuevo ante ti.
-         Confío en que el cambio será bueno.
-        

¡Qué bien poder ayudar más a nuestros amigos! Y ahora viene la parte más divertida: aplicar este cambio en nuestra forma de pensar, si si, lo habéis oído bien, podemos elegir cómo pensamos, más concretamente qué palabras usaremos en nuestro día a día. Evidentemente necesitaremos reeducarnos y para ello os propongo ejercicios prácticos:

- Escribir 3 frases positivas, reconfortables y mirando un futuro bonito en una libreta antes de ir a dormir. 
- Cuando hablemos y nos demos cuenta que hemos usado palabras o frases mejorables, volver a repetir la frase transformándola de modo que nos dé fuerza y positivismo (de un “no te rindas” a un “¡lucha!”).
- Cambiar el "pero" por "y". ¡Se trata de sumar!
- Si miramos el pasado nos fijaremos solamente en los logros conseguidos.
- Si tenemos un reto imaginaremos, escribiremos e incluso dibujaremos cómo nosvamos a sentir cuando lo logremos.

¿No te lo crees? Pruébate una semana a ver qué pasa y me cuentas...


Soy un egocéntrico. Me gusta cuando dicen que no piensan en mi.