Cambia de diccionario
para cambiar tu vida
En multitud de ocasiones complicadas
en que hemos precisado ayuda, fuerza o
soporte, hemos tenido la suerte de contar con personas que nos aman y que nos
han intentado brindar su comprensión a fin de que mejoremos, pero… ¿por qué después
de que nos hablaran, no solamente no nos hemos sentido mejor, sino que nuestro
estado de ánimo ha decaído aún más? Puede que la respuesta esté en las palabras
que han usado.
Imaginaros que habéis
perdido el trabajo y vuestro amigo os dice frases como:
-
No pienses en
ello.
-
No era el
trabajo de tu vida.
-
El ambiente
de trabajo no era el deseado.
-
Con tu jefe
te llevabas mal.
-
Trabajabas
demasiadas horas.
-
Cobrabas un
salario justito.
-
No te
deprimas.
-
No llores.
-
…
¿Qué ha pasado? Nos han
hundido en la miseria, por tres sencillas razones:
- Nos falta decirle lo
que tiene que hacer (futuro) de forma positiva.
- Nos centramos en
aspectos negativos y del pasado inmediato, fomentando la depresión del momento.
- Le machacamos con
mensajes NO al cerebro. Nuestro cerebro no es capaz de transformar los mensajes
NO, por lo que si le decimos a alguien que no piense en un perro azul, difícilmente
lo conseguirá, ¿o no es verdad? :P Por lo que eliminamos los NO de nuestro vocabulario.
Seguramente nos hubieran
ayudado más frases como:
-
Estas muy
preparado para futuros trabajos.
-
Es una
oportunidad para mejorar tus condiciones.
-
Te ayudará
crecer.
-
Aprenderás a
ser más fuerte.
-
Sonríe y enfréntate.
-
Me tienes a
tu lado para lo que necesites.
-
Se abre un
mundo nuevo ante ti.
-
Confío en que
el cambio será bueno.
-
…
¡Qué bien poder ayudar más
a nuestros amigos! Y ahora viene la parte más divertida: aplicar este cambio en
nuestra forma de pensar, si si, lo habéis oído bien, podemos elegir cómo
pensamos, más concretamente qué palabras usaremos en nuestro día a día. Evidentemente
necesitaremos reeducarnos y para ello os propongo ejercicios prácticos:
- Escribir 3
frases positivas, reconfortables y mirando un futuro bonito en una libreta antes de ir a dormir.
- Cuando
hablemos y nos demos cuenta que hemos usado palabras o frases mejorables, volver a
repetir la frase transformándola de modo que nos dé fuerza y positivismo (de un “no te rindas” a un “¡lucha!”).
- Cambiar el "pero" por "y". ¡Se trata de sumar!
- Si miramos el pasado nos fijaremos solamente en los logros conseguidos.
- Si tenemos un reto imaginaremos, escribiremos e incluso dibujaremos cómo nosvamos a sentir cuando lo logremos.
¿No te lo crees? Pruébate una semana a ver qué pasa y me cuentas...
Soy un egocéntrico. Me gusta cuando dicen que no piensan en mi.